La Infancia De Jesu Cristo

Author : Lamb Books
Publisher : Createspace Independent Publishing Platform
ISBN 13 : 9781981281039
Total Pages : 112 pages
Book Rating : 4.2/5 (81 download)

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Download or read book La Infancia de Jesús Cristo written by Lamb Books and published by Createspace Independent Publishing Platform. This book was released on 2017-11-29 with total page 112 pages. Available in PDF, EPUB and Kindle. Book excerpt: Los sonidos de Jos� trabajando en su taller de Nazaret derivan en medio del silencio de la sala comedor donde Mar�a est� cosiendo unas tiras de lana que Ella misma ha tejido. Jes�s, con su cabecita rubia como un resplandor de luz, est� jugando bajo los �rboles con sus primos Santiago y Judas, que tienen su misma edad. ''Vamos a jugar en el �xodo de Egipto. Jes�s ser� Mois�s, yo ser� Aar�n, y t� ... Mar�a.'' Santiago propone. ''Pero yo soy un ni�o!'' Protesta Judas.''No importa. Es exactamente lo mismo. T� eres Mar�a, y podr�s bailar delante del becerro de oro y el becerro de oro es la colmena por all�. ''''No voy a bailar. Yo soy un hombre y no quiero ser una mujer. Soy un fiel creyente y yo no voy a bailar ante un �dolo.''''No vamos a jugar esa parte. Vamos a jugar este otro: cuando Josu� es elegido sucesor de Mois�s. As� que no habr� pecado terrible de la idolatr�a y Judas estar� encantado de ser un hombre y mi sucesor. �Est�s feliz?''S�, lo estoy, Jes�s. Pero entonces T� tendr�s que morir, porque Mois�s muere despu�s. Pero yo no quiero que mueras; siempre has sido tan afectuoso conmigo ''.''Todo el mundo muere... pero antes de morir bendecir� a Israel, y ya que vosotros s�is los �nicos aqu�, voy a bendecir a todo Israel en vosotros''. Ellos est�n de acuerdo. Luego, hay una diferencia de opini�n: si el pueblo de Israel, despu�s de tanto viajar, todav�a ten�an los mismos carros que ten�an cuando salieron de Egipto. Ellos van con Mar�a. ''Mam�, yo digo que los israelitas todav�a ten�an los carros. Santiago dice que no. Judas no lo sabe. �Qui�n tiene raz�n?. �Sabes? '' ''S�, mi hijo. Los pueblos n�madas todav�a ten�an sus carros. Ellos los reparaban cuando se deten�an a descansar. Las personas m�s d�biles viajaban en ellos y tambi�n los productos alimenticios y las muchas cosas que eran necesarias para tantas personas eran cargados en ellos. Con la excepci�n del Arco, que se realiz� a mano, todo lo dem�s estaba en los carros''. La pregunta est� ahora respondida, los ni�os van a la parte inferior de la huerta y desde all�, cantan salmos, llegan a la casa con Jes�s continuando los salmos de canto con sus voces plateadas suaves, seguido de Judas y Santiago sosteniendo un carrito elevado al rango del Tabern�culo. Pero, ya que tambi�n tienen que hacer el papel de personas, adem�s de Aar�n y Josu�, con sus cinturones han atado otros carros en miniatura a sus pies y por lo tanto se procede con mucha seriedad, como verdaderos actores.''Mam�, graniza el Arco cuando pase.'' Jes�s dice cuando pasan delante de la puerta de la habitaci�n de Mar�a. Mar�a se pone de pie sonriendo, y Ella se inclina ante su Hijo, que pasa, radiante bajo el sol brillante. Entonces Jes�s se encarama por la ladera de la monta�a que forma el l�mite externo del jard�n, est� de pie en la cima de la peque�a gruta, y le habla a ... Israel, repitiendo las �rdenes y las promesas de Dios. Entonces nombra l�der a Josu�, lo llama, y luego Judas a su vez sube por el acantilado. Jes�s-Mois�s anima y bendice a Judas, Josu�... y luego le pide un ... pastilla (una gran hoja de parra), escribe el c�ntico y lo lee. No est� del todo completo, pero contiene una gran parte y �l parece estar ley�ndolo desde la hoja. Entonces �l rechaza a Judas-Josu� que le abraza llorando. Jes�s-Mois�s sube m�s arriba, a la derecha hasta el borde del acantilado y desde all�, bendice a todo Israel, y los dos postrados en el suelo. Luego se acuesta en el pasto corto, cierra los ojos y ... muere. Cuando lo ve acostado todav�a en el suelo, Mar�a, que ha estado observando desde la puerta sonriendo, grita: "Jes�s, Jes�s! �Lev�ntate! No te acuestes de esa manera! �Tu mam� no quiere verte muerto!''.Jes�s se levanta sonriente, corre hacia Ella y la besa. Santiago y Judas tambi�n bajan y reciben caricias de Mar�a.